Tercer partido en una semana para el equipo y la misma obligación de siempre de ganar para no perder la estela del líder. Líder que afronta los partidos con la seguridad que da saber que el equipo contrario no le va a competir el partido ( Los rivales consideran que el partido que juegan con el primer clasificado, no son de su liga). El míster anunció rotaciones y la alineación las reflejo,claramente. Cambio en los laterales (Carvajal y Coentrao por Arbeloa y Marcelo, respectivamente), vuelta a la titularidad de Xabi (Sólo jugó la primera parte), Modric a su derecha y DiMaria, a su izquierda, en lugar de Khedira (El jugador alemán ocupa la zona derecha del triángulo en el centro del campo, habitualmente) que ni siquiera entró en la convocatoria. Arriba, de derecha a izquierda, aunque con constante y cambio de posiciones, Bale, Benzema y Cristiano.
El guión del partido, por parte del Madrid, parecía claro. Sabía que que el Rayo iría a buscarlo arriba y aprovechó sus transición para buscar la espalda de los defensores del equipo vallecano y su fragilidad defensiva. Cuando se va a jugar a Vallecas hay que tener claro qué dos cosas debe poner un equipo, de inicio sobre el campo: Intensidad y concentración. Precisamente dos de las características que no adornan el comportamiento del equipo madridista a estas alturas de temporada. Y así se puso de manifiesto a lo largo de los noventa minutos,especialmente en la segunda parte más horrorosa que le recuerdo al equipo, en mucho tiempo. Ya a los 40 segundos de juego,se produjo la primera llegada del Rayo, anunciando lo que iba a ser buena parte del partido: Sufrimiento del equipo blanco.
Se le puso de cara el partido, al Madrid, con el primer gol en los primeros minutos del encuentro, fruto de una contra de libro, con pase al espacio de Modric para Cristiano que aprovecha su velocidad, se va de un defensa contrario con un caño y define perfectamente al palo largo del portero rayista. Xabi ponía orden en el centro, Coentrao cerraba su banda a Lass y el peligro sólo venía del entusiasmo del Rayo y de los centros laterales,que aunque alejados de la línea de fondo complicaron la vida al Madrid a lo largo del partido. Centros laterales que ni la defensa ni Diego supieron defender bien toda la noche.
Cuando más apretaba el Rayo, presión en el centro del campo de Xabi , que roba el balón, se la pone a Bale al espacio, centro con la derecha del galés y gol de cabeza de Benzema. 0-2 y horizonte despejado para el Madrid, o eso parecía. Coentrao se retira lesionado, en el minuto 44 y sale en su lugar Marcelo (Para jugar en Vallecas, intensidad y concentración, amigo). Empieza el segundo tiempo, Xabi se queda en el vestuario e Illarra entra por el donostiarra. Llega el 0-3, asistencia de Bale a Cristiano y partido sentenciado...¿?. El Madrid decidió que no, que había que darle vida al Rayo. A partir de aquí, todas las carencias del Madrid defensivamente se vieron de golpe, en el partido. Los de arriba dejaron de presionar y de ayudar a los laterales, Illarra, defensivamente no tiene claro el rol de único pivote defensivo. Sale para no robar y deja mucho espacio a la espalda. Modric, bien con balón, pero blando en las marcas, en la presión y en las coberturas y repliegue. DiMaria, despliegue físico, pero más disperso y menos estricto que Khedira en la presión y en el repliegue y con menos capacidad para llegar que el alemán. El argentino, en temporadas anteriores ha jugado ahí, pero en un dibujo 1-4-2-3-1, en la media punta y siendo un buen asistente (Último pase), pero no con las mismas obligaciones, siempre más liberado. Ahora tiene que replegar y hacer coberturas y le cuesta más.
El Rayo quitó un defensa y metió un jugador de ataque más y en cada zona del campo género superioridades que volvieron loco al Madrid, en su aspecto defensivo. Una vez más, el equipo perdió el centro del campo. El equipo local distraía en una banda y llega la diagonal a la otra, obligando al Madrid a bascular (Es un decir, nunca el equipo trabajó junto, ni replegó, ni presionó, ni basculó) .Si a la poca organización colectiva, se añaden fallos individuales (Falta de concentración, relajación a la hora de jugar, pésimo estado de forma), el caos es sublime. Metió el Madrid, al Rayo, en el partido gracias a dos penaltis incomprensibles e inexplicables en un equipo de súper elite. A veces parece un equipo juvenil, cometiendo errores impropios. No hizo el tercero el equipo local, de milagro. Sólo la falta de potencia de fuego, evitó el desastre. ¿Y el Madrid?, dominado, con la defensa cada vez más atrás, sin balón, perdido, superado por el último clasificado, que sólo creó peligro gracias a una doble ocasión de CR que desbarató el portero local.
Lo mejor: La pegada, El contraataque, CR ( brutal rendimiento, de lo mejor de siempre ), Benzema, empieza a hacer gol con asiduidad. Bale, fundamental su aportación por la banda, otras dos asistencias ayer, aunque al final, acabó fundido físicamente.La vuelta de Xabi. El resultado.
Lo peor: El equipo, defensivamente, es un desastre, los de arriba se olvidan de presionar, no ayudan al centro del campo.Los interiores tampoco llegan a las coberturas y pierden las posiciones defensivas. Carvajal, flojo, pudo y debió ser expulsado. Sergio Ramos y Marcelo no están para jugar en el Madrid. En el caso del brasileño, su banda es un autopista para el equipo contrario, Lass lo volvió loco durante toda la segunda parte e hizo un penalti propio de un infantil. De Ramos está dicho todo, sobrado, fuera de forma. Pepe, se equivoca en el 2-3, nunca será el central que fue, pero está un poco mejor que los demás componentes de la defensa. No me gustó que en el banquillo no hubiera otro central ni un medio defensivo.Convocatoria incompleta y mejorable sin tener en cuenta lo que podía pasar en el partido.
PD: El año pasado hubo un entrenador que señaló a estos señores, mandándolos al banquillo. Y se tuvo que ir, ellos siguen aquí, aunque alguno en el banquillo.
PD1: ¿Creéis que a otros equipos les pitarán dos penaltis en tres minutos?.
A seguir trabajando, hay mucho que mejorar. Hala Madrid!!!.
El guión del partido, por parte del Madrid, parecía claro. Sabía que que el Rayo iría a buscarlo arriba y aprovechó sus transición para buscar la espalda de los defensores del equipo vallecano y su fragilidad defensiva. Cuando se va a jugar a Vallecas hay que tener claro qué dos cosas debe poner un equipo, de inicio sobre el campo: Intensidad y concentración. Precisamente dos de las características que no adornan el comportamiento del equipo madridista a estas alturas de temporada. Y así se puso de manifiesto a lo largo de los noventa minutos,especialmente en la segunda parte más horrorosa que le recuerdo al equipo, en mucho tiempo. Ya a los 40 segundos de juego,se produjo la primera llegada del Rayo, anunciando lo que iba a ser buena parte del partido: Sufrimiento del equipo blanco.
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