Ex
líder Képler:
Lo
primero es lo primero; enhorabuena. Acabas de asegurarte un plan de pensiones
en el Madrid para los próximos 3 o 4 años. Tus declaraciones el otro día al
final del partido son el ejercicio de pelotismo
y lameculez más bochornoso que he
visto nunca. Te metiste el miembro de Iker
tan adentro que todavía no te la has sacado. Todo sea por un plato de lentejas.
“Pepe no es jugador digno de vestir esa
camiseta”
“Es un macarra”
“Está loco. Se le va la cabeza”
“Pepe ha avergonzado de nuevo al Madridismo”
“El Club debe sancionarlo”
Estas lindezas y
otras muchas han escrito o dicho de ti los amigos de Iker. En los momentos
duros, cuando eras “un asesino”, cuando “perdías la cabeza”, cuando estabas
“loco” y cuando “había que echarte”, sólo una persona en el club salió en tu
defensa: José Mourinho. Pero como
los amigos de tu amigo también son tus amigos, estos que te rajaron en su día
te aplaudieron tras tu cambio de vagón. Incluso dicen que deberías jugar la
final de copa antes que un campeón del Mundo y de Europa como Raúl Albiol. Increíble.
Pero
ahora es turno de ser honestos; esta no ha sido tu mejor temporada. Entre
lesiones, operaciones raras y estados de forma no has estado y, para colmo, no
se te ha echado de menos. Y el culpable de esto es un chaval de 20. Tras la
irrupción de Varane perdiste la titularidad y, por lo visto, la profesionalidad.
Tanto besarse el escudo, tanto cogerse la camiseta… pero Képler, no es para
ponerse así, Raphaël Varane será un
jugador de época. Un día le dirás a tus hijos: “A mí me sentó este Dios”.
Además, el partido que perpetraste en Dortmund confirmó que tu suplencia es un
acierto total. Convertiste a Lewandowski
en el mejor 9 de Europa.
Total,
que el panorama que te encuentras es que el entrenador que te ha hecho suplente
está más fuera que dentro y tú, muy valiente, decidiste darle la puntilla.
Cogiste el micro de Canal Plus a modo descabello y lo hundiste bien fuerte en
la nuca.
Pero
tranquilo Képler, no te preocupes. Si, como parece, Mourinho no sigue tu estado
de forma ya no será nunca un problema para jugar. Eres el nuevo matón del
portero y eso te asegura minutos estés como estés. En el fondo me descubro ante
tu jugada. Has movido el alfil sin que te viera nadie y en el momento del jaque
mate tú ya estabas en el bando ganador. Una genialidad. Deshonesta, vil y
traidora, pero genialidad al fin y al cabo.
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