jueves, 2 de mayo de 2013

Carta abierta a un pipero - @angelovillena.


Odioso Pipero:


         Sólo hay un motivo por el cual me molesto en escribirte estas líneas: Eres el cáncer del Madrid. De la larga lista de peligros que acechan al club, sin ninguna duda, tú eres el peor. Porque, detestable pipero, ¿qué hay peor que una afición que no anima? ¿Qué es más triste que un campo en silencio? ¿Qué es más penoso que, partido tras partido, la afición rival nos coma la tostada? No recuerdo una afición más ingrata, soberbia y menos entregada que la que puebla la grada del Santiago Bernabéu cada domingo. Dijo Manuel Matamoros de vosotros que “es una afición que se cree exigente y lo que es es desagradecida” y no puedo estar más de acuerdo.

         La concepción del fútbol ópera, el fútbol zarzuela. Esa visión bastarda del asunto, a la que ha contribuido también el club con el Nessun Dorma o ese himno del centenario de Plácido Domingo que es absolutamente incantable, es lo que va a acabar matando a este club.

Florentino Pérez, que tiene un ramalazo pipero importante, os ha defendido y protegido como si fuerais un signo distintivo y especial de este club. El Bernabéu es muy exigente, decís. A mi me parece que no estáis a la altura.    

         El himno (el de las mocitas, el auténtico) dice “cuando pierden dan la mano”. Aplaudir a rivales (Silva, Llorente, Ronaldinho), dar la espantada en el minuto 80 o pitar a incontables jugadores propios NO ES SEÑORÍO, es PIPERÍO. Y todavía te encuentras a algún tonto de baba que presumiendo te dice: “Aquí se ha pitao a Zidane”. Con orgullo. 
Váyase a la mierda.

         Me vendes romanticismo cuando realmente es indiferencia. Me dices que es exigencia histórica cuando realmente es frialdad con tu equipo. Os creéis la afición más sabia del fútbol y te repito, pipero ignorante, que tú pitaste a Zidane o a Ronaldo, dos de lo jugadores más grandes de la historia del fútbol.
         Abroncas a quien osa animar al equipo: “Cállate chaval”. Porque el fútbol se ve 'sentao' y con pipas o, en su defecto, un buen puro. Eso de animar es cosa de los Ultras. Tu tibieza me carcome.

         Tú, pipero; guardián de los valores y el señorío del club, que la única meritocracia que conoces es la españolidad y la cantera, has aplaudido hasta sangrar una carrerita tribunera y has pitado un hattrick.
         
          Tú, pipero, que eres el mayor consumidor de prensa deportiva, que idolatras a Santiago Segurola, que compras el AS, lees diariamente a Relaño y vas al campo con transistor escuchando a Manolo Lama, careces de opinión propia. Cuando hablas oímos a Segurola, cuando rajas lo hace Manolo Lama. Ninguno madridista, por cierto.
         
          Tú, pipero, que te vas del campo antes de que el árbitro pite el final para evitar el atasco, eres el peor madridista posible. Jodidos burgueses de pacotilla con abono heredado.

         En un club donde todo es grande, donde todo es absolutamente sublime, tú representas el palo en la rueda. A veces no entiendo cómo es posible sostener tanta grandeza con semejante afición en la grada.  

         Se me antoja vital para el futuro del club una revisión importante del apartado Social, y como punto fundamental de esta revisión debiera estar limpiar de pipas el estadio.

         Ni Falcao, ni Bale, ni Isco; como escribió David Gistau no hace mucho: “Urge el fichaje de 50 mil escoceses




Ángel Villena (@angelovillena) 

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