Siempre he pensado que, con tus defectos, como tenemos todos, no eras un mal presidente. Además de la gestión económica, has tenido grandes aciertos en tus años como presidente. Sin embargo, no te voy a negar, que , de haber tenido que elegir el día de hoy, fecha en la que estaban previstas las elecciones, a un candidato, es muy posible que no te hubiera votado a ti. Acabaste tu legislatura consintiendo con tus silencios, que la prensa deportiva española, más amarilla que la más amarilla de las prensas del corazón, humillara y degradara al mejor de los entrenadores, para justo después comenzar, en esos mismos medios, una gira promocional digna de Alejandro Sanz, innecesaria para un presidente aclamado por falta de candidatos, en la que no había, lógicamente programa electoral, pero tampoco planes de futuro. No has dicho nada importante, has defendido tímidamente al anterior entrenador, nos has regalado pequeños guiños, y nos has terminado por aburrir, por reiterativo, con el mismo discurso en todas partes. Las primeras apariciones se siguieron con enorme interés, pero, has acabado por agotarnos. Y mientras, aquí seguimos. Sin entrenador, sin fichajes, sin salidas. Algunos dicen que está todo planeado, pero todos esos "planes maestros" que se supone que tienes y que mantienes como Top Secret, estarían muy bien si estuvieras esperando a que hoy se contaran los votos. Pero no es así. Eres presidente desde hace días, y lo único que nos llegan son rumores, un par de nombres, y Zidane. Aún no sabemos si será entrenador, segundo o si es que ha decidido ponerse las botas de nuevo y saltar al campo, en vista de que está mucho más en forma que algún jugador de la primera plantilla. Decídete ya. Necesitamos un entrenador, necesitamos planificar la temporada, porque si no, vas a darle la razón a aquellos que dicen que Mourinho iba a dejar el Madrid como un solar. Y no habrá sido él, sino la falta de alguien, blando o duro, amigo de la prensa o no, español, italiano o de donde sea, que tome las riendas del equipo que amamos todos, y nos lleve a algún sitio para no seguir navegando a la deriva. Siéntate de una vez en tu despacho deja de sentirte una estrella y trabaja: Cierra las renovaciones imprescindibles, no consientas que los rumores nos minen. Haz saber a los jugadores importantes que son queridos. Vende, vende sin rubor a aquellos que son un lastre en el equipo, aunque en su día fueran tu mayor capricho. Y compra de una vez, danos una alegría, o varias, deja de presumir y tráenos a los mejores. Empieza a ejercer como el presidente de todos, aunque no te hayamos votado. Bastantes promesas incumplidas tenemos con nuestros políticos.
@raquelwp
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