miércoles, 18 de septiembre de 2013

Muerto el perro, se acabó la rabia - @PabloSobrado7

Erradicado el nazi portugués con todo su ejército de abducidos, puesto en la frontera el principal exterminador del señorío blanco (sólo le faltó pedir una orden de alejamiento para apartar del club de su vida al pobre Valdano), que se creía acabaría con las "injusticias" que él mismo se inventaba, creando así un personaje patético que nos hacía recordar a Leonardo DiCaprio en Shutter Island, el antimadridismo cesa en nuestro país, por no decir que se diluye completamente. 

En esta nueva y constante era de paz generalizada, ya nadie cataloga nuestras contrataciones mediante juicios de valor, como tampoco se utilizan argumentos demagogos para ello. Por no hablar de cómo nos reciben en la actualidad en todos los campos de S-Pain. Da gusto. Un manto de flores rosas cubre nuestro túnel de vestuarios, y la sustitución de nuestros guerreros se acompaña de reverencias y piropos (fuegos artificiales de colores incluídos). Añadir que en los partidos benéficos para ayudar a otros clubes nos ovacionan y aplauden. Lógico, por otra parte. Ahora las polémicas no existen.

 La prensa, que pone voz al sentimiento merengue (y con razón), ya no acusa al nuevo míster de ser un entrenador defensivo, de filtrar que Iker tiene sobrepeso, de incendiar el vestuario, y mucho menos, de dividir y desafiar al madridismo ejemplar, guiado por periodistas totalmente desinteresados en influír en las decisiones del 'clap'. Lógicamente, tampoco utiliza un doble rasero para atacar a nuestro equipo y dejar impunes las situaciones similares del resto. No presionan para que jueguen sus 'niñitos', porque ésto, como bien sabemos todos, era otro invento del malévolo portugués, ni dan lecciones con aires de superioridad a quién piensa diferente que ellos. ¡Sólo falta que se mofen de quién ya no está con nosotros!

Los aficionados respetan todas las decisiones del entrenador, el Bernabéu vuelve a animar. El cambio mereció la pena, ahora tenemos un capitán con un comportamiento totalmente diferente. Ya no sigue en su línea (aunque sí a balón parado). 

Desde que Mourinho puso rumbo a Inglaterra, se acabó su silencio sepulcral. Ahora convoca ruedas de prensa para criticar duramente las constantes faltas de respeto de los rivales, también para defender a capa y espada a su nuevo entrenador y a sus compañeros ante las campañas que se les presentan en su contra, dejando claro que no es él el que las permite. 

Ahora, Iker trata de entender el porqué de las críticas hacia su persona, y lo explica para aclarar todos los temas, sin necesidad de tirar de ironía en Instagram (que, por si no os habíais dado cuenta, la odio), demostrando así que el tumor que tenía el Real Madrid ya está extirpado. ¿O no?

 "Para no sufrir la guerra, habéis elegido la indignidad. Ahora tenemos la indignidad y la guerra", que decía Winston Churchill.

@PabloSobrado7

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