Por @Totebolson
1 - ¿Quién es Jesús Bengoechea y qué hace en un sitio como Twitter?
Antes de
nada, gracias por tu interés. Respondiendo a tu pregunta, te diría que Jesús
Bengoechea es un ciudadano de cuarenta y cuatro años que está siempre a medio
camino entre dos cosas. Por ejemplo, soy demasiado raro para ser convencional
pero demasiado convencional para ser oficialmente raro. Por mi profesión he
tenido la oportunidad de pasar temporadas largas en países medianamente
exóticos, lo cual me ha aportado unos valors
que para sí quisiera Bartomeu. Sé que esto suena muy bien y casi esperarías el
típico perfil del aventurero audaz, pero lo cierto es que lo he compatibilizado
con un carácter más bien aprensivo. O sea, he incursionado en la selva
amazónica, sí, pero siempre deseando estar en la Gran Vía en ese preciso momento.
Soy un urbanita convencido y un hombre sometido a sus pasiones, que ejerzo de
manera obsesiva, es decir, cuando algo me gusta me gusta sin descanso. Entre
mis pasiones confesables citaría a Sparks, Woody Allen, mis hijos, el humus y
por supuesto el Real Madrid, aunque bien pensado esta última tal vez no sea
confesable.
Respecto a
lo que yo hago en Twitter, respondería: lo mismo que en la vida, es decir,
buscar a base de exponerme. También te puedo responder a la pregunta contraria,
es decir, qué NO hago en Twitter. Ya sé que no me lo has preguntado pero me
disculparás la digresión. En Twitter NO insulto, es decir, no utilizo ese canal
para desahogarme, y recomiendo a quien pretenda darle esa utilidad que pruebe mejor
con el paintball o la lucha
grecorromana. Por eso me gusta cerrar cada sesión diaria de Twitter con la
despedida habitual: “Vámonos ya de Twitter que estos señores se querrán
insultar. Buenas noches”. Esto no significa que no pueda hacer uso (y lo hago)
de la franqueza más directa o del sarcasmo cuando quiero protestar, pero todos
sabemos distinguir entre algo que es un insulto y algo que no lo es. Insultar
es problemático, sobre todo porque crea un problema de proporción. La gran
pregunta para los que se pasan la vida insultando en Twitter a políticos o
deportistas es: ¿qué reservas para los terroristas y pederastas?
Últimamente,
cada vez más, utilizo Twitter para mostrar a otros las cosas buenas de la vida,
las que a mí me ilusionan. Siempre he sido uno de esos pesados que no paran
hasta asegurarse de que todo el mundo en treinta leguas a la redonda ha visto
esa película que tanto le ha entusiasmado. Para un plasta de esa magnitud,
Twitter es una herramienta formidable, ya que amplía el radio de acción
incalculablemente. Ahora ya no tengo que llamar a mi amigo Guillermo para hacer
con él apostolado de esta película o de este disco o de este libro, limitándome
a poner en Twitter que me ha encantado. Esta es la razón por la cual es
deseable que mi amigo Guillermo siga sin abrirse una cuenta de Twitter: si lo
hace, es posible que deje de llamarle, y Guillermo merece mi insistencia
personalizada. Pobre.
Por último,
para un adicto a la escritura como soy yo, y uno que tiende al barroquismo,
Twitter es una evidente escuela de síntesis. El reto de los 140 caracteres se
ha convertido en una de esas pasiones confesables de las que hablaba antes. No
desentonaría en la breve lista de más arriba.
2 -¿Por qué del Real Madrid?
Ningún
madridista que se precie te habrá respondido a esta pregunta sin antes matizar
que la pregunta pertinente es: ¿cómo es posible que haya alguien que no sea del
Real Madrid? La diferencia esencial entre un madridista y uno del Hércules es
que el del Hércules entiende que haya gente que no sea del Hércules y sí del
Betis, la Cultural Leonesa o el Botafogo, mientras el madridista encuentra
inconcebible que haya alguien que no ame al Real Madrid por encima de casi
todas las cosas de la vida. A mí me parece muy bien que haya gente del Zaragoza
o del Newcastle, pero no concibo que no sean (todos ellos, porque algunos sí lo
son) también del Real Madrid.
O sea, soy
del Real Madrid porque ser de otro equipo me parece un desafío inalcanzable, y
uno que además no me apetece nada emprender.
Como entiendo
que tu pregunta busca también alguna explicación de tipo histórico, o sea, el
origen temporal de mi madridismo, te contaré que todo se remonta a la benéfica
influencia de mi primo Luis Martí Regalado. Los Martí son una rama de mi
familia tradicionalmente enganchada al sentimiento colchonero, que ya son ganas
de engancharse, y mi primo Luis fue siempre la oveja negra (o sea, blanca) de
dicha rama. Al no encontrar ningún aliado vikingo entre sus parientes directos,
inculcó el madridismo a su primo pequeño, mi hermano Ignacio, quien por su
parte, con el transcurrir de los años, me lo inculcaría a mí, su hermano pequeño. Así que le debo
gran parte de este tesoro a mi primo y a mi hermano, no así a mi padre, que era
del Alavés pero, como toda persona de bien, era también en el fondo un poco
madridista, aunque solo fuera por no tener que ver llorar a sus hijos en la
derrota. Después, tanto mi hermano como yo hemos llevado a cabo una tarea de
proselitismo dentro de nuestra innumerable caterva de sobrinos comunes, y
también entre nuestros hijos no comunes, claro. He llegado a la conclusión de
que mi hijo Gonzalo piensa que ser del Madrid es como ser moreno o tener los
ojos verdes, una cosa que va en la carga genética sin que pueda hacerse gran
cosa por cambiarla. Y tiene razón, por supuesto.
3 - ¿Cuáles son tus primeros
recuerdos como madridista?
Recuerdo
perfectamente la primera vez que fui al Bernabéu. Iba con mi hermano Ignacio,
claro, y con alguien más que ahora mismo no sitúo. Eran los primeros ochenta,
antes de la Quinta del Buitre pero no mucho antes. Hablamos de un Madrid-Málaga
con empate a cero y un juego soporífero. Recuerdo la sensación de que era
completamente imposible que en aquel partido sucediera nada reseñable. El
delantero centro del Madrid era Pineda, de quien mi hermano me aseguraba que
era un crack, aunque en aquella época
la palabra crack no se utilizaba. Mi
hermano es un auténtico creyente. Ha llegado a negar muy vehementemente,
lustros después, los penaltis de Cannavaro, y con la misma fe defendía por
entonces la excelencia de Pineda.
Pues bien.
Cuando parecía imposible que en aquel partido ocurriera nada, ocurrió lo nunca
visto. Ricardo Gallego, el Soso, que
no había marcado un gol en su vida y que no volvería a marcarlo sino en
contadísimas ocasiones, se sacó de la manga (o de la bota) un disparo
increíble, que en mi recuerdo viene cortando el aire a la velocidad de la luz
desde Padre Damián. El árbitro anuló el gol por fuera de juego posicional de
alguien, probablemente de Pineda. Hoy (con los cambios en el Reglamento) no lo
habría anulado ni Undiano Mallenco. Bueno, puede que Undiano sí.
Aquella
anulación de aquel gol extraordinario en medio de aquel partido
extraordinariamente malo me sublevó. Nada me ha vuelto a inspirar, desde
entonces, un sentimiento similar de rebeldía ante la injusticia. Bueno, puede
que Undiano sí.
4 - ¿Cómo te encuentras y cómo
entraste en 'Todo al Blanco'?
Entré a
través de @eselsdistel y @abriperez, aunque pido disculpas si hubo algún otro
todoalblanquista pionero que apostó por mí y le estoy olvidando. @eselsdistel
me contactó comentando que les gustaría contar conmigo para este nuevo proyecto
y ahí estoy. Tengo que estar muy agradecido no solo a @eselsdistel y @abriperez
sino al conjunto de los integrantes y colaboradores de la web, con especial
mención para la encantadora y brillante @velchamonik10. Disfruto mucho
escribiendo mi aportación de los viernes y también en el ocasional podcast. Por lo que les conozco, son
gente estupenda, madridistas de bien. Y el nivel general de la web sube día
tras día. La incorporación de uno de mis tuiteros y blogueros predilectos, el
gran @mrsambo92, ha sido un enorme acierto, y viene a demostrar lo absurdo del
planteamiento reduccionista según el cual el futbolero (y no digamos nada del
madridista, y no digamos nada del mourinhista) es un borrego de poca monta, ya
que Sambo es uno de los cinéfilos más notables de los que tengo noticia, un
gran melómano además, un auténtico intelectual.
TodoAlBlanco
es un gran proyecto y me enorgullece participar en él.
5 - ¿Qué opinión te merece los
primeros 6 meses de Carlo en el Madrid?
Hay un poco
de todo. No entiendo muchas de las cosas que hace pero otras han vencido mi
resistencia inicial, y ahora las aplaudo.
Me gusta que
haya asumido la necesidad de buscar alternativas al contragolpe (si es que
realmente cabe llamarlo así) que tan
excelentemente practicábamos con Mou. El contragolpe debe seguir ahí como una
de nuestras armas más mortíferas, pero no podemos negarnos a aprender a dominar
territorialmente, por la sencilla razón de que en un 80% de los casos el rival
nos va obligar a ejercer ese dominio territorial. La gran mayoría de los
partidos (en el Bernabéu o fuera, ya da igual) comienzan con un rival que se
encierra atrás, y todos ellos comienzan con 0-0. Hay una clara conclusión: si
no sabes cómo gestionar el dominio que el rival te obligará a desempeñar, de
entrada tienes mucho que perder, pues el partido para ti empieza con una
derrota (cualquier 0-0 lo es para el Madrid). Me gusta que Carlo haya entendido
eso, y que el equipo esté intentando, con éxito dispar, compaginar el
contraataque con un juego de toque profundo, dinámico, que busca el desmarque
(nada parecido al famoso tiki-taka, a mi juicio). También me gusta el empeño que
busca el equipo por hacer siempre un nuevo gol cuando ganamos por la mínima, en
lugar de especular con el resultado.
Entre las
cosas que no me gustan, señalaría dos. En primer lugar, y de forma destacada,
la alternancia en la portería, un tema que me inspira muy funestos presagios
que espero se incumplan gloriosamente. Después, detecto una falta de intensidad
alarmante, no siempre, pero sí muchas veces. Uno no quiere añorar a Mou pero en
ocasiones veo muertos.
6 - ¿Tienes una opinión formada sobre
la Grada Joven?
No del todo,
y me gustaría tenerla. Querría contemplar un debate serio y tranquilo entre
personas a favor y en contra que estuvieran bien informadas, y de este modo
poder juzgar. Pero no me resisto a decir una cosa: no podemos consentir como
precio a pagar por el hecho de que haya alguien que anime (cosa muy necesaria
en un estadio tan mortecino y antipático como el Bernabéu) el que dichos ánimos
vayan acompañados por consignas políticas. Si hay alguna razón por la que nunca
sería del Barça es el hecho de que se trata de un equipo vinculado a una causa
política muy concreta, no me importa tanto cuál es esa causa como el hecho en
sí de la politización que sufren. El Madrid tiene que ser apolítico, tiene que
ser de cualquiera que quiera ser madridista, con independencia de ideas
políticas, raza, nacionalidad o credo. El Madrid es universalidad o no es nada.
Eso es lo que nos distingue de nuestro ancestral rival. Los Ultras, además de
abandonar toda violencia, deben entender esto, y si no lo entienden será mejor
que dejen paso a otros.
7 - Definelos:
- Mourinho:
Un sensacional entrenador que no triunfó del todo (aunque tampoco fracasó
como otros pretenden hacer ver) en el Madrid. Su idea de la meritocracia chocó
frontalmente con esta cultura tan española de dormirse en los laureles para
después “funcionalizar” tu status y acumular trienios. Yo le profesaba y le
profeso devoción precisamente por la razón que hizo a la prensa odiarle: se
metía en el barro por nosotros y denunciaba todo lo que le parecía mal en los
estamentos, los rivales o los jugadores propios. En 25 años de socio, no
recuerdo a otra persona del club (entrenador, jugador, utillero) que me
transmitiera tan vívidamente la
sensación clara de que perder o empatar era para él tan inaceptable como lo es
para mí. A lo mejor era más inaceptable para su ego que para su madridismo: no
me importa. Lo que me enganchaba era su tolerancia cero a la derrota o el
empate.
Por
supuesto, cometió errores, algunos graves. En alguna ocasión, a raíz de alguno de
ellos, quise hacerme antimourinhista, pero los antimourinhistas no me dejaron:
sus argumentos eran tan pedestres y ellos eran tan mediocres que no podía
ponerme de su lado. Hasta cuando había razones para criticar a Mou, lo
criticaban por razones equivocadas. Si los antimourinhistas supieran cuánto han
hecho por el mourinhismo…
Yo, en la
piel de Florentino, habría accionado todos los resortes necesarios (a su debido
momento) para garantizar que se quedase mucho tiempo más, y lo habría hecho aun
sin ganar nada en su último año, pues un proyecto serio debe ser capaz de
superar eso y él ya había ganado la Liga más meritoria de nuestra Historia un
año antes, lo que debiera haberle dado crédito. Pero la Historia se ha escrito
de otra manera (él prefirió irse, seguramente porque Florentino no quiso o no
pudo accionar esos resortes) y no tiene sentido darle vueltas ahora.
- Casillas: Un ex-héroe para mí. Me daría
demasiada pena extenderme en explicaciones. Yo nunca le he llamado ni le
llamaré “topor”, ni ninguna otra cosa, por respeto a la devoción que le tuve, e
invito a todo el mundo que le haya perdido el cariño a que observe la misma
regla. Si no te importa, lo dejo ahí. Y le deseo mucha suerte por el bien del
equipo.
- D. López: Una de las apariciones (o reapariciones)
más emocionantes de mi vida como espectador de fútbol y socio del Madrid. Y un
porterazo, claro. Es una lástima que al ser natural de Timisoara, Rumanía, no
sea seleccionable para el equipo nacional.
- Benzema:
Puffff… Mi primer artículo en TodoAlBlanco fue sobre él. Las respuestas fueron
graciosísimas: “Qué razón tienes, no sirve pare el Madrid”; “estoy contigo: es
un superclase y va a triunfar”. Después escribí otro artículo reconociendo que
lo contradictorio de estas reacciones estaba motivado por mi ambigüedad, ya que
ni yo mismo tengo claro si es o no el delantero ideal para el Madrid. Las
reacciones a este segundo artículo fueron: “Lo has clavado: es un crack, un
jugador incomparable” o bien “No puedo estar más de acuerdo contigo: vendámoslo
antes de que sea tarde”. Ya no es que yo sea incapaz de decidir si Benzema es o
no es idóneo para el Madrid: es que ni siquiera soy capaz de dejar claro que no
sé si es idóneo o no lo es. Últimamente tiendo a pensar que se retirará en el
club, dentro de diez años, y en su partido homenaje nos preguntaremos si fue o
no fue el delantero adecuado para el Madrid.
- Florentino:
Un buen gestor en lo económico (pese a lo que interesadamente diga Relaño).
No tanto en lo deportivo si atendemos a los resultados, especialmente en la
segunda etapa o al menos de momento. Lo que a
mí de verdad me intriga es cómo un hombre que preside una de las mayores
constructoras del planeta no es capaz de lograr que el Madrid sea respetado por
las instituciones deportivas y por estamentos como el arbitral. Me cuesta creer
que no sepa poner los medios para hacerlo, con lo cual tendré que creer que no
los pone porque no quiere o no le interesa hacerlo. A lo mejor tiene mucho que
perder si lo hace. A lo mejor resulta, aunque suene paradójico, que Florentino
es un hombre demasiado importante para presidir el Madrid. O a lo mejor el
problema es que se lo toma como un hobby
y en eso contrasta con nosotros, los aficionados, que nos tomamos nuestra
pasión con dedicación profesional.
Dicho esto,
soy incapaz de sortear la conclusión típica en este caso: no se me ocurre nadie
mejor para el cargo.
- Alfredo Relaño: un periodista que contaba con mi aprecio hasta que, como
director de As, encabezó la campaña contra un entrenador más abyecta y ridícula
que recuerda el periodismo deportivo español. Lo de Canillas fue infame, y va a
ser difícil que Relaño recupere mi estima después de aquello.
- Xavi
Hernández: un gran jugador y uno de los señores más arrogantes de los que
he tenido noticia. El que Cristiano haya sido acusado de chulo y él se haya ido
de rositas viene a demostrar cómo la gente se deja llevar casi exclusivamente
por la apariencia física. ¿Qué se puede añadir de un tipo que cuando el Barça
gana proclama que “ha ganado el fútbol”, y lo contrario cuando pierde? Xavi
cree realmente que el fútbol lo inventó el Barça. Cree que el fútbol es el
Barça. Cree que el fútbol es él. Es el Rey Sol, el Luis XIV de Tarrasa.
8 - ¿Crees que Jesé tiene condiciones
y potencial para estar aquí muchos años?
Cada día
tiene mejor pinta. Esa es la verdad.
9 - ¿Te gustan los jugadores 'de besarse el
escudo' o prefieres a un profesional comprometido?
Claramente
lo segundo. El amor al club ya lo ponemos los aficionados. El futbolista debe
poner sobre el campo decencia profesional, o sea, la dedicación que debe
ofrecer cualquier trabajador a la empresa que le paga, máxime si como es el
caso te paga muy bien. Hay quien dice que Figo fue un mercenario. Pues qué
quieres que te diga, dame once figos que yo lo firmo.
Pero,
¿quiénes somos los demás para saber si un jugador se entrega por
profesionalidad o por amor al club? Lo ideal es que se entregue por las dos
cosas, pero si solo lo hace por profesionalidad a mí me sirve. Me fijaré en
cuánto corre, y dejaré en el ámbito de su privacidad las razones por las que
corre.
10 - Un pronóstico para este año...
Mis
pronósticos son legendariamente penosos. En junio pasado tuiteé: “No vendrán
Bale ni Illarramendi. Higuaín se queda”. Aun así me mojaré.
Por lo que
estamos viendo, y a pesar de la riqueza de la plantilla, vamos a depender en
gran parte del rendimiento de tres jugadores colosales: Cristiano, Xabi Alonso
y Modric. Imagino un horizonte prometedor si las lesiones les respetan y siguen
en buena forma, y otro plagado de dudas si no es el caso. Hay algunas
incógnitas, como Varane y en alguna medida Bale. La consolidación de ambos en
lo que a lesiones respecta puede contribuir a aclarar el panorama, por lo que
añadiría esos dos nombres a la ecuación.
La
profundidad (como se dice ahora) de la plantilla es tremenda y eso me hace ser
razonablemente optimista de cara a la Liga, donde rotando adecuadamente a los
jugadores que hay podemos llegar lejos. Hay partidos contra equipos modestos
donde te puedes permitir no salir con todo, y el Madrid tiene esa dosificación
al alcance de la mano, en mayor medida que nuestros rivales. Creo que ganaremos
la Liga.
Preveo más
sufrimiento en competiciones que se dilucidan a doble partido. La Champions
tiene una carga psicológica terrible, y temo además que nuestro entrenador no
se distingue por sus reflejos en las distancias cortas, donde hay que tomar
decisiones tácticas fulgurantes con acierto porque son ciento ochenta minutos
como tiempo máximo para merecer o desmerecer. La comentada alternancia en la
portería tampoco me llena de optimismo para esta competición, siento tener que
decirlo. Por supuesto quiero equivocarme en esto, porque deseo la Décima con un
fervor desatado. Como todo el mundo, vaya.
Muchas
gracias por tu interés, un fuerte abrazo y Hala Madrid.
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